El número de víctimas mortales por las inundaciones en Texas ha aumentado a 120 personas fallecidas, convirtiéndose en una de las peores tragedias naturales de los últimos años en la región central del estado.
Las autoridades mantienen la esperanza de encontrar con vida a parte de los 161 desaparecidos reportados aún en el condado de Kerr, el área más afectada por el desbordamiento repentino del 4 de julio.
A pesar de que el número de fallecidos parecía aumentar aceleradamente en los primeros días, comenzó a estabilizarse desde la noche del jueves 10 de julio, lo que según autoridades expone las dificultades que enfrentan los equipos de rescate al intentar localizar a los desaparecidos entre los escombros y zonas inundadas.
