Estados Unidos prepara operación militar secreta en México para atacar a los cárteles de la droga

Nacional

El gobierno de Estados Unidos estaría planeando una operación militar encubierta en México para atacar directamente a los cárteles del narcotráfico.
La iniciativa contempla el despliegue de tropas y agentes de inteligencia estadounidenses en territorio mexicano, lo que representaría una ruptura drástica con la política tradicional de cooperación discreta que Washington ha mantenido con el Gobierno mexicano.
La operación estaría a cargo del Comando Conjunto de Operaciones Especiales (JSOC) y contaría con la participación de agentes de la CIA.
Se utilizarían drones para atacar laboratorios de drogas y líderes criminales, y algunos de estos ataques requerirían la presencia de operadores estadounidenses en suelo mexicano.
La operación se llevaría a cabo bajo la autoridad de la comunidad de inteligencia estadounidense (Título 50), lo que permitiría realizar acciones secretas y ofensivas.
La medida se apoya en un cambio legal impulsado en febrero, cuando el Departamento de Estado designó a seis cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras, junto con el grupo salvadoreño MS-13 y la banda venezolana Tren de Aragua.
Esta clasificación amplió las facultades operativas del Pentágono y la CIA para actuar fuera de las fronteras estadounidenses.
La posible operación militar en México ha generado tensiones diplomáticas entre ambos países, ya que el gobierno mexicano ha expresado su rechazo a cualquier tipo de intervención o injerencia en sus asuntos internos.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha reiterado que México no se subordina a ningún país y que la cooperación en materia de seguridad se realizará de manera conjunta y respetuosa.
Los primeros entrenamientos para la misión ya habrían comenzado, aunque la decisión final sobre su puesta en marcha todavía está pendiente.
La operación ha sido justificada como una medida necesaria para proteger a los ciudadanos estadounidenses de la amenaza que representan los cárteles, pero críticos argumentan que podría violar la soberanía mexicana y desencadenar una crisis diplomática.