Felipe Orduña Torres y Armando González Ortega fueron sentenciados a prisión de por vida y 83 años, respectivamente, por su papel en la tragedia de San Antonio, Texas, en 2022, donde 53 personas murieron tras ser abandonadas en un tráiler contenedor.
El juez impuso una multa de 250 mil dólares a cada uno.
La organización traficaba a adultos y niños de Guatemala, Honduras y México, sabiendo que el sistema de ventilación del tractocamión no funcionaba.
Otros cinco acusados ya se declararon culpables y esperan sus sentencias.
