A través de un comunicado la Secretaria de Relaciones Exteriores reprobó la entrada en vigor de la Ley Antiinmigrante SB4 en Texas asegurando qué pretende detener el flujo migrante a través de la criminalización y atentando en contra de los derechos humanos.
México rechazó las medidas qué establece el proyecto de ley acerca de que cualquier autoridad estadounidense puede detener y retornar a personas nacionales o extranjeras a territorio mexicano.
El gobierno anunció su participación como Amigo de la Corte ante la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito en Nueva Orleans, Luisiana para informar el impacto
que dicha ley tendrá en la comunidad mexicana y/o mexicoamericana, así como su efecto en las
relaciones entre México y EUA.
«México reitera su derecho legítimo de proteger los derechos de sus nacionales en los Estados Unidos y el de establecer sus propias políticas de internación a su territorio. México reconoce la importancia de una política uniforme en materia migratoria y los esfuerzos bilaterales con ese pais para que la migración de personas sea de manera segura, ordenada y con respeto a sus derechos humanos, y no se vea afectada por decisiones legislativas del orden estatal o local. En ese sentido, México no aceptará, bajo ninguna circunstancia, repatriaciones por parte del estado de Texas.» Afirma el comunicado.
Esta participación ha sucedido anteriormente contra otras leyes antiinmigrantes. En 2010, con la ley SB1070 de Arizona; HB 56 en Alabama, 2011 o incluso la SB4 de Texas en 2017.