El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó a Texas acompañado de su esposa Melania Trump, para recorrer las zonas afectadas por las inundaciones que golpearon el estado el 4 de julio.
La tragedia ha dejado un saldo de más de 120 muertos y al menos 170 desaparecidos, según datos oficiales.
Durante su visita, Trump y su esposa aterrizaron en San Antonio y se trasladaron en helicóptero hasta Kerrville, uno de los lugares más castigados por el desastre.
Allí, se encontraron con una escena desoladora: árboles arrancados de raíz, viviendas destruidas y familias desesperadas por obtener noticias de sus seres queridos.
La visita de Trump busca expresar solidaridad con las víctimas y evaluar los daños causados por las inundaciones.
Sin embargo, no hay información sobre posibles anuncios de ayuda o medidas concretas para abordar la situación.
